Empleo de fármacos en el embarazo y lactancia
El embarazo es una etapa importante en la vida de la mujer, en la que se producen una serie de cambios fisiológicos, y en la que cualquier acontecimiento patológico intercurrente, como por ejemplo una infección o la exposición a un producto tóxico o medicamentoso, puede repercutir de forma negativa, tanto en la gestante como en el feto.
Distintos estudios publicados han evidenciado que el consumo de fármacos durante el embarazo es elevado, aunque es cierto que va disminuyendo lenta pero progresivamente; dichos estudios demuestran que al menos 9 de cada 10 mujeres embarazadas consumen algún fármaco o suplemento a lo largo de la gestación y, lo que es aún más preocupante, que en un porcentaje nada insignificante de ellas se trata de automedicar sin ningún tipo de control profesional.
La utilización de un fármaco durante el embarazo es una situación especial y única, ya que dicho medicamento puede actuar tanto sobre la madre como sobre el feto, pudiendo dar la circunstancia de que los efectos beneficiosos sobre la madre de la toma de un medicamento se conviertan en efectos perjudiciales sobre el feto.
Conocer el riesgo que conlleva el empleo de un principio activo durante el embarazo o la gestación es vital para disminuir las complicaciones. Así como la mayoría de la información existente sobre la seguridad del empleo de medicamentos en el embarazo y la lactancia parte de estudios epidemiológicos o de estudios realizados en animales de experimentación, pero son escasos los o de estudios realizados en animales de experimentación, pero son escasos los estudios sobre fármacos diseñados de forma específica para la evaluación de los mismos en estas etapas concretas. La investigación en estas etapas está, además, dificultada por limitaciones legales que tratan de velar por su salud.
Autor: Pro Pharma Research Organization.
Fecha de publicación: 1 de septiembre de 2023.