Interacciones entre medicamentos y alcohol
Es muy conocido el potencial de efectos adversos que puede tener el consumo de alcohol durante algún tratamiento farmacológico y es una pregunta habitual el conocer si está permitido tomar alcohol mientras se toma un determinado medicamento.
El consumo de alcohol etílico puede modificar de forma importante el efecto de los fármacos. El metabolismo de los fármacos se altera de forma distinta cuando el consumo es agudo o crónico.
En pacientes que consumen alcohol de manera crónica, pueden presentar una disminución de efectividad de algunos fármacos como warfarina, acetaminofén, antidiabéticos orales y rifampicina. Por el contrario, el consumo agudo de alcohol, es decir, de forma ocasional, produce un aumento de las concentraciones de algunos fármacos, pudiendo prolongar su actividad farmacológica así como una mayor incidencia de efectos adversos.
Por otra parte, la ingesta aguda de alcohol con fármacos depresores del Sistema Nervioso Central como son los fármacos ansiolíticos, hipnóticos, opioides, antihistamínicos, entre otros, produce una mayor alteración psicomotora porque además de la inhibición del metabolismo, se potencia el efecto depresor del Sistema Nervioso Central.
El alcohol también puede aumentar el riesgo de lesiones de la mucosa gástrica además de prolongar el tiempo de hemorragias cuando se ingiere conjuntamente con antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).
Contrario a lo anteriormente mencionado, la ingesta de alcohol en una proporción adecuada puede mejorar la actividad farmacológica de algunos medicamentos, como los utilizados en el tratamiento de la presión arterial.
Autor: Pro Pharma Research Organization.
Fecha de publicación: 1 de septiembre de 2023.